Nehodí se? Vůbec nevadí! U nás můžete do 30 dní vrátit
S dárkovým poukazem nešlápnete vedle. Obdarovaný si za dárkový poukaz může vybrat cokoliv z naší nabídky.
30 dní na vrácení zboží
Un caluroso domingo del verano de 2010, el comisario Jaritos asiste ala boda de su hija Katerina, esta vez por la Iglesia y con fanfarriamusical. Al día siguiente, poco después de llegar a Jefatura, leinforman del asesinato de Nikitas Zisimópulos, antiguo director debanco, degollado con un arma cortante. El macabro homicidio coincidecon una campa?a que alguien, amparándose en el anonimato, haemprendido contra los bancos, animando a los ciudadanos a queboicoteen a las entidades financieras y no paguen sus deudas ehipotecas. Lo cierto es que Grecia, al borde de la bancarrota, pasapor un momento muy crítico, y la población no duda en salir a la calle para quejarse de los recortes en sueldos y pensiones. Para colmo,Stazakos, el jefe de la Brigada Antiterrorista, sostiene que elasesinato de Zisimópulos podría ser obra de terroristas. Jaritos, endesacuerdo con esa hipótesis, tendrá que apa?árselas con sus dosayudantes para enfrentarse a un asesino cuyos crímenes apenas acabande empezar.Petros Márkaris (1973, Estambul) estudió ciencias económicas en Vienay en Stuttgart, y posteriormente se trasladó a Atenas, donde reside en la actualidad. Guionista de televisión y autor teatral, ha colaborado en varios guiones del cineasta griego Theo Angelopoulos, entre losque destacan La mirada de Ulises (1995) y La eternidad y un día (Palma de Oro en el Festival de Cannes de 1998). Asimismo, ha traducido aimportantes dramaturgos de lengua alemana como J.W. Goethe, ArthurSchnitzler, Bertolt Brecht y Thomas Bernhard. La fama le ha llegadocon la serie de novelas policiacas protagonizadas por el comisariogriego Kostas Jaritos, de la que Tusquets Editores ha publicadoNoticias de la noche, Defensa cerrada, El accionista mayoritario yMuerte en Estambul. En Con el agua al cuello, Márkaris presenta unnuevo caso del escéptico y políticamente incorrecto comisario Jaritos, con su país, Grecia, al borde de la quiebra y más real que nunca,como telón de fondo.