Como lentas aves

Raras veces se produce en el campo del drama un gran descubrimiento: una revelación. Esta lo es. Su autor se sitúa de pronto en el nivel de los grandes autores europeos de este tiempo, y desde esta editorial su aparición es saludada con gozo y esperanza. Un alto nivel poético, un alto nivel ideológico: Una cultura y una sensibilidad nada comunes. Aleluia. Sólo buenas noticias poéticas puede anunciarnos esta publicación. He aquí un hallazgo literario y dramático luminoso. ¿Pero quién es Vladimiro García Morales? Desde luego, el autor de Como lentas aves no pertenece al montón de tantos autores nuevos que hacen un teatro hábil y bien dialogado, pero nada más. La carne y el hueso y la obra y el alma del poeta Hölderlin –el poeta de la poesía (Heidegger)– nos acosan en este drama piadoso y a la par despiadado. La presencia en él –no oculta ni disimulada– de la herencia de Thomas Bernhard, como lenguaje, habla también en su favor pues el gran dramaturgo austríaco se merecía este feliz homenaje, y también que Vladimir García Morales lo mire, en sus futuras obras, desde más lejos. También cabe la hipótesis de una coincidencia, dado que el autor ha declarado que fue la lectura de los autores Alfonso Sastre y Fernando Arrabal lo que lo movió a emprender esta aventura del teatro. Vladimiro García Morales nació en Valencia, en 1978. Científico (Licenciado en Física con Premio Extraordinario), músico, poeta y dramaturgo, ha publicado artículos sobre Física (termodinámica etcétera) en revistas especializadas, y actualmente trabaja en su tesis doctoral y prepara nuevos dramas, por ejemplo, uno sobre la responsabilidad social y política de los científicos. En cuanto a éste, es una nueva e inquietante aportación sobre Hölderlin, a las ya clásicas de Heidegger –Hölderlin y la esencia de la poesía– y Peter Weiss, cuyo drama Hölderlin está publicado en esta casa editorial.